DOCENTES DEL PROGRAMA DE ARQUITECTURA DAN PAUTAS SOBRE DISEÑOS BIOCLIMÁTICOS PARA VIVIENDAS DE LA REGIÓN

Los docentes del programa de Arquitectura, Holver Sanclemente, Jemay Parra y Leonardo Rodríguez, comparten conceptos y pautas sobre la forma como se deben realizar diseños bioclimáticos para viviendas de poblaciones asentadas en el trópico húmedo.

Como se recuerda, el trópico húmedo es parte de lo que se llama trópico. Es decir, aquella zona que está comprendida entre la latitud 23° Norte y latitud 23° sur, conocida como trópico de Cáncer y trópico de Capricornio; y se habla de trópico húmedo porque hay unas condiciones de humedad altas, entonces esa humedad del ambiente va acentuar enormemente en efecto de temperatura y eso es lo que se vive en Buenaventura.

De acuerdo con Jemay Parra,  “Buenaventura presenta unas condiciones climatológicas especiales, por ejemplo la temperatura promedio al año oscila entre 26° a los 30°, mientras que la humedad oscila entre 80% y 92%, y hay una desventaja muy pocos vientos, la radiación solar es fuerte, pero al mismo tiempo es difusa por tanta nubosidad que posee la zona del Pacífico, mientras que las precipitaciones sí son muy abundantes. Esto trae consigo unas condiciones de vida muy particulares que hace sea muy difícil lograr un confort desde el punto de vista térmico”.

La arquitectura bioclimática es tan antigua como la humanidad misma, pues el hombre de la caverna ya construía sus edificaciones de acuerdo a las condiciones del medio. Según Gemay Parra, “los ancestros construían bioclimáticamente sin tanta tecnología. Es simplemente contar con las características del clima, apoyarse en lo que ofrece el medio donde se va a implantar. Qué se recomienda saber usar los materiales, hacer un análisis muy exhausto de los factores climáticos, analizar el sitio donde se construye la edificación, en fin analizar todos los factores”.

La arquitectura bioclimática edifica de acuerdo a los factores cilmatológicos del entorno y aprovecha todos los recursos disponibles del medio, como vegetación, vientos, radiación solar, lluvias y otros, para por medio de estos brindar confort térmico al interior de las viviendas, mejorar las condiciones de salubridad, disminuir el consumo de energía eléctrica y mitigar impactos ambientales.

En el caso del Pacífico colombiano, esta región se sitúa en una zona con inmensas áreas de bosque tropical, donde se condensa alta humedad con un entorno cargado de partículas de vapor que acentúan el calor, siendo éste el principal reto para elaborar diseños que provean de confort térmico.

Según Leonardo Rodríguez, “en esta zona se debería fomentar o potenciar el uso de materiales con baja inercia térmica, es decir, materiales que absorben o acumulan poco calor o usar materiales de poca transmitancia, es decir, que tengan poca capacidad de transmitir la energía. Lo que quiere decir que por ejemplo una fachada que está expuesta al sol durante el día no tenga la capacidad de trasmitir esa energía que absorbe  en la cara exterior hacia el interior de las edificaciones”.

De acuerdo con Holver Sanclemente, para obtener buenos resultados en cuanto confort térmico en un diseño bioclimático elaborado para viviendas del Pacífico colombiano, la madera es mejor que el concreto y que muchos tipos de ladrillos, pues no es conductora de calor y porque permite airear más los espacios interiores. Además de ser un recurso asequible y abundante en la región, pero hay que tratarla para que dure.

El concreto y el ladrillo tienen como valor agregado brindar solidez y seguridad a la vivienda, pero en lo que concierne a aspectos térmicos salubres, la madera resulta ser mejor material, añadió el docente Sanclemente.

Un óptimo diseño arquitectónico  bioclimático para viviendas del trópico húmedo debe priorizar evitar la acumulación de altas temperaturas y humedad en los espacios interiores, para ello debe permitir el paso o circulación de la brisa mediante sistemas de ventilación cruzada, es decir, con ventanas estratégicamente ubicadas.

Un buen diseño arquitectónico bioclimático para el trópico húmedo también debe hacer aprovechamiento de la iluminación natural. Por eso el Arquitecto Rodríguez  recomienda que los espacios interiores no tengan exposición directa a los rayos del sol, sino iluminación reflejada.

Si se logra un buen aprovechamiento de la iluminación natural ello incidiría en menor consumo de energía eléctrica, pues se haría menos necesario el uso de las bombillas en horas del día. Así mismo, una cubierta idónea debe hacer frente a la iluminación solar y a las lluvias torrenciales.

En este mismo orden, los docentes proponen que en los diseños estas viviendas se debe contemplar un buen sistema de captación de las aguas de lluvias para que éstas   se autoabastengan en pro de no padecer  del servicio de agua.