En el marco de la celebración del mes de la afrocolombianidad y el decenio afro
La Universidad del Pacífico celebra con comunidad de bajamar en Buenaventura, la conmemoración de una de las fechas más importantes, particularmente en la zona del Pacífico colombiano, el 21 de Mayo, día en que se conmemora la abolición de la esclavitud en el país, decretada en el año 1851.
La Universidad del Pacífico viene acompañando desde hace varios meses y a través de varios de sus programas el proceso organizativo de la Calle de Los nayeros. En esta ocasión, la delegación de la Universidad integrada por los funcionarios Elizabeth Alomía, Sileni Herrera, Viviana Salazar, Jehan Karina Shek, Hébert Hurtado Marín y Óscar Larrahondo, llegó hasta la llamada Calle Nayeros en el barrio La Playita de Buenaventura con una programación lúdica, cultural y académica que se extendió desde horas de la mañana con la actividad denominada “Marea y calle de Ashé: Jugando con la lectura”,y se prolongó hasta las horas de la tarde con un ciclo de conferencias en las que profesores, estudiantes y activistas de derechos humanos reflexionaron con la comunidad sobre la identidad, el territorio, y el aporte a la tarea de resistencia realizada por baluartes culturales como Teófilo Roberto Potes, el más grande folclorista del Pacífico colombiano, quien con su trabajo investigativo y su maestría desplegada en lo cotidiano durante muchos años, le dio un sitial único al baile del currulao, típico de esta región en el concierto nacional. 40 años después de su muerte, se redimensiona y analiza su legado.
Las conferencias estuvieron a cargo del sociólogo Hébert Hurtado Marín, profesor de la Universidad del Pacífico, la defensora de derechos humanos Leila Andrea Arroyo y la docente Jéssica Aramburo.
La actividad con su contenido y el escenario escogido tiene una estratégica pertinencia, toda vez que la calle de los Nayeros es hoy símbolo de resistencia y dignidad al ser epicentro de lo que se conoce como el espacio humanitario, establecido desde Abril del año 2014. Se trata de un lugar confinado a unas pocas cuadras en las que la comunidad organizada hace resistencia pacífica y ha logrado llamar la atención de diversas organizaciones nacionales e internacionales defensoras de derechos humanos. En esencia, a través del espacio humanitario los afrodescendientes habitantes ancestrales del lugar, buscan denunciar y protegerse ante la violación de sus derechos que se había recrudecido al punto de sufrir el flagelo de las casas de pique que escandalizó al país entre 2013 y 2014.Pasado un año de la declaratoria de especio humanitario, han logrado reducir a cero las muertes, pero sufren la presión de actores armados que ven afectados sus intereses.
En este marco, tiene entonces especial valor para las comunidades el acompañamiento de la Universidad del Pacífico en sus proyectos de vida y los procesos de reinvindicación en el territorio.
Al final de la Jornada la cantautora Alicia Camacho, muy querida en Buenaventura por ser una reconocida seguidora del legado del maestro Teófico Roberto Potes, conmovió al público con una espontánea interpretación de uno de sus temas en el que hace alusión a la urgente necesidad de que haya paz en Colombia.
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